Noté que me tranquiliza mucho tener claro qué NO voy a compartir: ni redes, ni ubicación, ni trabajo. Con ese límite en mente, el saludo me sale más natural y puedo centrarme en preguntas ligeras. Luego, si hay buen rollo, ya veremos. ¿A ustedes qué límites les ayudan a empezar con calma?
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Pequeñas rutinas también ayudan a que no pese el inicio: respira hondo dos veces antes de escribir, apoya el codo para que el teléfono no tiemble y coloca la cámara ligeramente por encima de los ojos para un gesto más descansado. Si después decides usar vídeo, esa postura ya estará lista
En mi caso, poner límites claros hace que todo sea más fácil. Escribo dos líneas, observo si hay respeto por el ritmo y, si todo fluye, paso a vídeo sin apuro. En la mitad de mis charlas me sirve Chat Anónimo con Hispanohablantes https://lemonchat.app/es/ porque no exige registro, permite alternar texto↔video en un toque y, si la señal va mal, sigo por chat. Mantengo fondo neutro, micro/luz probados y una despedida corta si no encaja. Con eso, arrancar deja de ser tensión.